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E n la época prehispánica, Michoacán fue el escenario histórico donde se desarrolló pueblo tarasco. Este último, a partir del siglo XVI, fue evangelizado por franciscanos y agustinos. El celo apostólico y la fortaleza de tales varones, propició la incorporación de los indígenas, encomendados bajo su jurisdicción, a un nuevo sistema de vida: se les inculcaron nuevas formas de trabajo y de organización social, y fueron instruídos en la nueva fe cristiana.
A estos tiempos se remontan las representaciones de la Pasión de Cristo, que tienen lugar durante la Semana Mayor o Semana Santa, en diversas poblaciones del Estado. En algunos lugares, las representaciones se inician desde el Domingo de Ramos, mientras que en otros hay solemnes conmemoraciones el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo. En ocasiones se combinan dramáticas representaciones y severas procesiones durante las cuales desfilan imágenes de Cristo crucificado, con lo que se hace evidente la profunda religiosidad, la fe y la piedad que todavía existen entre la mayor parte de los michoacanos.
Especialmente, llaman la atención los Cristos de caña de maíz, así como las orquídeas en cruces de espejos, elaborados entre los siglos XVI y XVIII, que son muestra de las vistosas artesanías que Don Vasco de Quiroga enseñó a los indígenas. Por otra parte, también figuran los Cristos que hasta el día de hoy se fabrican en distintos poblados del Estado, utilizando madera, cantera, arcilla, e incluso trigo como en el caso de Tzinzuntzan.
En lo que se refiere a las dramatizaciones de la Pasión de Cristo, cabe hacer notar que cada uno de los poblados tiene una manera característica de realizar esta práctica religiosa. Así pues, llámese Viacrucis, Judeas o Pasos, todos ellos comparten el mismo tema; la acción dramática se inicia con el denominado prendimiento de Jesús, el juicio, la sentencia, hasta llegar al viacrucis, que culmina con la crucifixión y la muerte del Hijo de Dios.
En Michoacán, algunos de los lugares en los que se representa más vivamente la Pasión de Cristo son Pátzcuaro, Tzinzuntzan, Araró, Huandacareo, Tarímbaro y Uruapan.
Semana Santa, tradiciones y significados
FUENTE: PERIÓDICO "EL NORTE"
Autor: Claudia Violante
A lo largo del año hay fechas especiales llenas de tradiciones y significados: Día de la Bandera, del trabajo, de la Madre, Día de la Independencia, Día de Muertos, Navidad… y entre esas fechas está la Semana Santa.
Más allá de las creencias religiosas, Semana Santa es una época llena de tradiciones que se celebra en todo el mundo, y cada país y ciudad le da el colorido que lo caracteriza, que va muy de la mano con la celebración de los misterios que contemplamos.
TODO TIENE UNA RAZON DE SER.
Alguna vez nos hemos preguntado: ¿Por qué se utilizan ramos en el inicio de la Semana Santa?, ¿qué se hace con ellas? ¿Por qué el sábado las iglesias permanecen apagadas, sin imágenes? ¿Qué es eso de la “visita a los siete templos”? Cada uno de los días importantes de la Semana Santa tiene sus propias tradiciones.
Hoy en día se acostumbra que el Domingo de Ramos los feligreses acudan a la iglesia con ramitas de palmas que se bendicen. Al finalizar la misa, los asistentes pueden llevarse las ramitas a casa para colocarlas en algún lugar del su hogar; las que se quedan en la Iglesia, son incineradas y las cenizas de éstas se utilizan el miércoles de ceniza del siguiente año.
En la época en que Jesús vivió, se acostumbraba recibir a los reyes y soberanos con palmas y ramos para demostrarles el aprecio del pueblo por ellos, así pasó cuando Jesús entro a Jerusalén.
De este mismo hecho se desprende la tradición de las alfombras de flores, aserrín o frutas que se elaboran por los feligreses para el paso de las diferentes procesiones por las calles. También se levaron en los altares de velación.
Otra tradición es el lavatorio de pies. En la misa que se celebra el Jueves Santo se escoge a doce asistentes varones y el sacerdote les lava los pies, representando cuando Jesús le lavó los pies a sus discípulos en la Última Cena. En algunas comunidades se selecciona con tiempo de anticipación a los que van a representar a los doce apóstoles, quienes se toman ese tiempo para prepararse para este acontecimiento.
Ese mismo día también se lleva a cabo la tradición de la visita a los siete templos. Se acostumbra visitar siete iglesias, este peregrinar simboliza el ir y venir de Jesús después de haber sido aprendido en el Huerto de Getsemaní, lugar a donde se dirigió Jesús después de la Última Cena.
En la televisión es común ver en Viernes Santo Vía Crucis vivientes. El más conocido en México es el representado en Ixtapalapa. El Vía Crucis se compone de estaciones que son imágenes de algunos momentos que vivió Jesús antes de ser crucificado.
Este mismo día en muchos lugares se lleva a cabo la quema del Judas. Se elabora un muñeco también conocido como Juan Carnaval y se le prende fuego recordando la traición a Jesús. Para los campesinos esto simboliza el inicio de un “año nuevo” de cosecha.
En algunas comunidades indígenas, como entre los huicholes, en lugar de la quema del Judas se brinca por encima de una valla de fuego hecho con zacate ardiendo.
Por la noche de este mismo día, se lleva a cabo la procesión del silencio. Las personas realizan una procesión silenciosa acompañada de velas reflexionando sobre los acontecimientos del día.
El Sábado Santo es un día donde las personas permanecen en sus casas prácticamente sin hacer nada, sólo se acostumbra a rezar el Rosario para acompañar a María en su duelo.
Otra tradición que se acostumbraba antiguamente el Sábado de Gloria era tirarle agua a la gente que pasaba por la calle. En tiempos pasados era pecado bañarse en Semana Santa antes del Sábado de Gloria, por lo que surgió esta tradición. Hoy en día se tiene una cultura del agua, por lo que esta práctica ha sido prohibida en varias ciudades.
BIENVENIDA LA PASCUA.
Después de una Semana Santa llena de tradiciones y costumbres, llega la gran fiesta. ¿A quién no le hace ilusión que llegue el domingo de Pascua? Muchos niños esperan este día para disfrutar de los huevitos de pascua, ya sean de chocolate o los decorados con sorpresas adentro. ¿Dónde surge esta forma de celebrar la Pascua?
Esta curiosa tradición surge hace mucho. Antiguamente durante la cuaresma no se podía comer huevos, por lo que al llega el domingo de Resurrección, las personas acostumbraban a regalar huevos a los vecinos.Un día una señora decidió decorarlos antes de regalarlos.
Una versión más pintoresca es la leyenda del “Conejo de Pascua”. Cuenta Esta leyenda que cuando metieron a Jesús al sepulcro, había dentro de la cueva un conejo escondido. El conejo se quedó dentro de la tumba, hasta que de repente el conejito vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que lo habían envuelto. Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió de la cueva. El conejo comprendió que Jesús había resucitado y quiso compartirlo con todos. Pero como no podía hablar, se les ocurrió que si les llevaba un huevo pintado, ellos entenderían el mensaje de vida y alegría.
Cualquiera que sea la versión preferida, no cabe duda que la llegada de la Pascua es un momento de alegría, es el periodo que pone fin al tiempo de reflexión y cambio, para dar paso a una nueva etapa, una donde se empieza de cero para iniciar una nueva vida
Origen de la palabra
El vocablo teutón Lent, que se utiliza en inglés para indicar los cuarenta días de ayuno anteriores a la Pascua, no pasaba de significar la estación de primavera. A pesar de ello se ha venido usando desde el período anglo-sajón para traducir la palabra latina quadragesima (francés: carême; italiano: quaresima; español: cuaresma), de mayor precisión por significar "cuarenta días", o, más literalmente, "el cuadragésimo día". Esta palabra, a su vez, imitaba el nombre griego de la Cuaresma, tessarakoste, (cuadragésimo), formado por su analogía con Pentecostés (pentekoste), que ya era usado desde antes de los tiempos del nuevo testamento para nombrar la fiesta judía. Esta etimología adquiere cierta importancia al momento de explicar el desarrollo más antiguo del ayuno oriental.
en latín: El camino de la cruz) Ejercicio piadoso que consiste en meditar el camino de la cruz por medio de lecturas bíblicas y oraciones. Esta meditación se divide en 14 o 15 momentos o estaciones. San Leopoldo de Porto Mauricio dio origen a esta devoción en el siglo XIV en el Coliseo de Roma, pensando en los cristianos que se veían imposibilitados de peregrinar a Tierra Santa para visitar los santos lugares de la pasión y muerte de Jesucristo. Tiene un carácter penitencial y suele rezarse los días viernes, sobre todo en Cuaresma. En muchos templos están expuestos cuadros o bajorrelieves con ilustraciones que ayudan a los fieles a realizar este ejercicio.
(del latín cinis, ceniza) Material proveniente de la combustión de algo por el fuego. Simboliza la muerte, la fragilidad de la vida y también la humildad y la penitencia. Las que se imponen el Miércoles de Ceniza se preparan quemando palmas y olivos benditos el Domingo de Ramos del año anterior..
El simbolismo de la ceniza es el siguiente:
a) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte;
b) Situación pecadora del hombre;
c) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda;
d) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo.
(del latín abstinentia, acción de privarse o abstenerse de algo) Gesto penitencial. Actualmente se pide que los fieles con uso de razón y que no tengan algún impedimento se abstengan de comer carne, realicen algún tipo de privación voluntaria o hagan una obra caritativa los días viernes, que son llamados días penitenciales
Sólo el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.
Llamamos "ayuno" (latín "ieunium") a la privación voluntaria de comida durante algún tiempo por motivo religioso, como acto de culto ante Dios.
En la Biblia el ayuno puede ser señal de penitencia, expiación de los pecados, oración intensa o voluntad firme de conseguir algo. Otras veces, como en los cuarenta días de Moisés en el monte o de Elías en el desierto o de Jesús antes de empezar su misión, subraya la preparación intensa para un acontecimiento importante.
El ayuno Eucarístico tiene una tradición milenaria; como preparación a este sacramento, el feligrés se abstiene antes de otros alimentos.
Es en Cuaresma, desde el siglo IV, cuando más sentido ha tenido siempre para los cristianos el ayuno como privación voluntaria de la que existen en otras culturas y religiosas por motivos religiosos. El ayuno junto con las oración y la caridad, ha sido desde muy antiguo una "practica cuaresmal" como signo de la conversión interior a los valores fundamentales del evangelio de Cristo.
Actualmente nos abstenemos de carne todos los viernes de Cuaresma que no coincidan con alguna solemnidad; hacemos abstinencia y además ayuno (una sola comida al día) el miércoles de ceniza y el Viernes Santo.